Wednesday, April 29, 2015

SENTIDO COMUN Y MINERIA

por Jaime Galvis V. - Geólogo

La minería ha sido una actividad ignorada en las altas esferas del poder en Colombia, por tanto las políticas respecto a esta actividad han sido improvisadas y erráticas. Debido a esto la explotación de minerales en Colombia, es demasiado pobre si se compara con la de los demás estados andinos y con países de dimensiones similares en otros continentes. Todo lo referente a minería termina en unas barahúndas mediáticas  de gentes desconocedoras del tema. En medio del barullo esta noble actividad ha sido satanizada hasta el punto de considerarla un delito.
El primer factor negativo que afecta la minería en Colombia es el desconocimiento del territorio, grandes zonas del territorio nacional son casi tan desconocidas como la Antártida y las políticas oficiales son hostiles respecto a la exploración privada; los programas exploratorios oficiales son  muy limitados y absurdos. En un País que carece de cartografía geológica creíble, donde no hay estudios metalo-génicos dignos de mención,  solo existe una entidad cuyo propósito, al menos teórico es la investigación geológica básica, el Servicio Geológico Nacional. Esta entidad tiene una nómina técnica mínima, hay más cargos administrativos dedicados a manejar licitaciones. Las directivas de dicha entidad consideran que el trabajo geológico investigativo debe contratarse, olvidando que la geología es una ciencia y la investigación científica no se puede cuadricular. Para licitar investigaciones que requieren poder descubrir nuevos conceptos y tener ideas novedosas no se pueden usar los parámetros de metros cuadrados y kilómetros lineales con que se contrata la pavimentación de calles y carreteras. Esto lo están demostrando los resultados, multitud de mapas y muestreos geo-químicos sin conclusiones, durmiendo en los anaqueles. Las rutinas nunca han llevado a lograr hallazgos de depósitos minerales ni de hidrocarburos. ¿Cuantos yacimientos minerales encontró el Instituto de Investigaciones Geológico-Mineras en más de 40 años de existencia?
En Colombia, la tramitación minera durante el Siglo XX y lo que ha transcurrido del Siglo XIX, se ha caracterizado por ser un proceso farragoso, complicado y anti-técnico. Sin temor a equivocación se puede afirmar que este ha sido un factor determinante en la atrofia de la actividad minera en el País. Se han improvisado toda clase de organizaciones, en un tiempo la tramitación minera estuvo a cargo de la División de Minas del Ministerio de Minas y Energia, allí un grupo de funcionarios sin experiencia ni conocimiento de la actividad improvisaron toda una serie de trámites, implementaron una serie de formularios cuyo contenido era un monumento a la estupidez, en ellos el solicitante debía especificar cuantas picas y palas iba a usar en la mina. Cuantos metros de cable y sandeces por el estilo. Diseñaron un formulario central (el cual curiosamente subsiste) el PTO, Programa de Trabajos Y Obras, por el cual el solicitante presenta un minucioso programa de actividades para cumplirse durante la existencia de la empresa minera (lo cual puede durar 20 o 30 años), especificando producción, consumos, personal empleado, balances económicos, etc. Algo absolutamente absurdo, no hay empresa alguna que pueda garantizar sus actividades a tan largo plazo. Total esta es una espada de Damocles que se cierne sobre el empresario, ya que los funcionarios pueden inspeccionar la mina a los 12 o 18 años y si  los parámetros previstos no se están cumpliendo puede multar a cerrar la empresa (una excelente ocasión para ejercer el chantaje).
Hay toda una serie de requisitos absurdos tales como la póliza de seguros ¿Eso para qué? Es tan absurdo que las compañías de seguros son renuentes a expedir las mencionadas pólizas. Carece de sentido la exigencia de nombrar un apoderado. ¿Se justifica la intervención de un abogado en una solicitud minera? frecuentemente esto lleva a que el apoderado termine apoderándose del derecho minero; hay que ver la cantidad de títulos mineros en cabeza de abogados. ¿Acaso los profesionales del derecho hacen exploración minera? En más de una ocasión el mayor detentador de títulos mineros en Colombia ha sido un abogado.
Otro tema odioso para la actividad minera es el del canon superficial. Esta es una exacción absurda para la exploración minera. ¿En un país como Colombia, donde el Gobierno no puede  garantizar la seguridad en la mayor parte del territorio nacional, que garantías tiene el inversionista grande o pequeño de poder llevar a cabo una labor exploratoria? De por sí, la exploración minera es un trabajo costoso cuyos resultados son aleatorios, puede hallarse  o no mineral o puede ser de un volumen o de un tenor que no permita su explotación económica, en estos casos la inversión está perdida, por tanto, muchos inversionistas mineros pierden su patrimonio, si a esto se agregan cuantiosas sumas de cánones superficiales, eso significa la ruina, el des-estímulo a la exploración es total. Pero a lo anteriormente anotado se agregan otros agravantes; con demasiada frecuencia los proyectos mineros se ven obstaculizados por el ambientalismo, una serie de corporaciones ambientales y el Ministerio de Medio Ambiente pueden paralizar indefinidamente los proyectos por cualquier pretexto y mientras tanto el empresario debe pagar los cánones superficiales. Por otra parte surge la oposición de las comunidades, grupos indefinidos que puede estancar un  proyecto y hundirlo en un pantano de pleitos hasta que se satisfagan sus intereses extorsivos, mientras tanto el empresario debe pagar los cánones. Los alcaldes también pueden declarar zonas de reserva donde hay un proyecto minero y el empresario pierde los cánones superficiales sufragados. Por último y quizás, lo más grave, el empresario paga-cánones puede ser secuestrado, extorsionado o asesinado y de esto no lo salvan el apoderado, ni la póliza de seguros ni los cánones superficiales sufragados.       
Es muy triste comprobar que el dinero de los cánones superficiales no se destina a mejorar la actividad minera, ni a obras de infraestructura. Según informan en la Agencia Nacional de Minería esos dineros tienen como fin sufragar unas oficinas lujosas y la costosa burocracia de dicha Agencia. Desde hace muchos años se sugirió en el Plan de Desarrollo Minero Nacional que la tramitación minera se hiciera a través de las cámaras de comercio o de las notarías, evitando que como ocurrió en la División de Minas del Ministerio y luego en Ecominas y en Ingeominas se formen focos de corrupción.
Dentro de las reglas absurdas que han menudeado en la legislación minera se presentó últimamente una disposición exigiendo capacidad económica a quien hace una solicitud minera. Da la casualidad que en Colombia y en el Mundo la mayor parte de los hallazgos mineros los han realizado buscadores de fortuna, exploradores pobres y arriesgados que buscan mejorar sus vidas. Las grandes compañías mineras no buscan yacimientos por sí mismas, compran hallazgos. Pero la burocracia criolla quiere cerrarle esa posibilidad de movilidad social a nuestro garimpeiros.
En países tales como Chile y México hay una interesante clase media minera, pequeños y medianos empresarios criollos que constituyen un importante amortiguador de las tensiones sociales. En Colombia por la forma absurda como se ha manejado el tema, la actividad minera no ha tenido desarrollo y lo poco que hay se reduce a dos o tres empresas grandes y de resto solamente ratoneras. En los últimos veinte años no hay un proyecto minero digno de mención, solamente un estruendoso fracaso “El Descanso”, en cambio se presenta una obsesiva satanización de la minería por parte de los ambientalistas, con un eco desmedido en los medios de comunicación.

Saturday, April 18, 2015

SERVIDUMBRE POR DECRETO

por Jaime Galvis V.

Las teorías marxistas tuvieron muy amplios estudios acerca del proletariado urbano, el tema del proletariado campesino solo fue tratado marginalmente o abiertamente soslayado. Por tanto cuando el Marxismo entro a gobernar países, la política agraria fue un infierno de improvisación que costó millones de vidas.
El régimen comunista en la Unión Soviética sacrificó millones de campesinos para confiscar las tierras y establecer el sistema de los koljozes y sovjozes, los cuales nunca pudieron producir los alimentos necesarios, además la confiscación de la producción agropecuaria de Ucrania en el año 1933 causó una hambruna que mató millones de personas de hambre. Los koljoses en el fondo fueron una imitación de los grandes latifundios de la era zarista, administrados por una burocracia inepta. Los campesinos de los koljozes fueron unos siervos similares a los que describió Gogol en su libro “Almas muertas”; les estaba prohibido trasladarse, estaban atados al establecimiento agropecuario, no podían migrar a las ciudades, su horizonte era totalmente limitado. Todo esto ocasionó qué la Rusia que fue el granero de Europa se convirtiera en un importador neto de alimentos.
El experimento agrario de China fue un colosal disparate que causó millones de muertos y casi lleva al País a un total colapso. Esa pesadilla fue magistralmente descrita por Lucien Bodard en su obra “La Chine de la Cauchemar” y por algunos escritores chinos tales como Mo Yan o Yu Hua, este último en su gran novela “Vivir”. En semejante desastre llegaron a presentarse situaciones tales como la exportación a Hong Kong de carne de pollos alimentados con cadáveres, innumerables casos de canibalismo y una generalizada desesperación por lo cual devoraban hasta las hojas de los árboles. Todo esto amenizado con la orden oficial de fundir hierro hasta en las estufas de las viviendas campesinas.
El desastre agrario se ha repetido en menor escala en países tales como Corea del Norte, Cuba y Venezuela.
En Colombia, la actividad de las guerrillas izquierdistas ha tenido como principales víctimas a los pobladores del campo. Los agricultores han sufrido la extorsión o boleteo, las minas quiebrapatas, los secuestros, el reclutamiento forzado de sus hijos menores de edad, los desplazamientos forzados y miles de asesinatos. A tanto ha llegado la sevicia, que en un comunicado de las Farc expedido en Samaniego (Nariño), publicado en el diario El País de Cali, aparece la orden de cobrarles a las víctimas de las minas quiebrapatas el valor del explosivo que los dejó lisiados. Hace poco circuló en el Putumayo otro ukase de las Farc prohibiendo a los habitantes de determinadas poblaciones y veredas viajar a otros lugares o departamentos sin solicitarles permiso.    
Ante todo esto se encuentra el observador desprevenido con un Gobierno que pretende negociar la población campesina con las guerrillas, creando un adefesio denominado “Zonas de Reserva Campesina” en las cuales la autoridad sería el movimiento subversivo. ¿Será que nuestros estadistas se han tomado el trabajo de consultar a la población campesina al respecto? El Señor Presidente y sus asesores creen que están manejando un hato de ganado. Francamente esto puede constituir uno de los atropellos más atroces de nuestra historia. Los ideólogos de cafetería pretenden jugar con los compatriotas más humildes convirtiéndolos en siervos de la gleba de cualquier experimento absurdo o peor aún del narcotráfico.
Para el habitante de la ciudad pintar palomitas de la paz y hacer frases idiotas es un juego frívolo, porque los que están predestinados al sacrificio son otros.



Saturday, April 04, 2015

EL CIRCO

El acontecer político de Colombia, adquiere paulatinamente visos circenses, las piruetas ideológicas, el oportunismo, los continuos cambios de rumbo, las mentiras a medias y totales, los falsos anuncios y una asfixiante propaganda, están acabando con la fe en el futuro.Un proceso de paz absurdo, en el cual los miembros de las Farc aparecen regañando y amedrentando a sus víctimas y a la ciudadanía inerme, aprovechando la caja de resonancia que les suministra el Gobierno. Un aparato judicial desbordado  y corrupto cometiendo atropellos. Una Fiscalía dedicada a las persecuciones políticas apoyada en toda una pléyade de falsos testigos. Personajes de la política dedicados a sacarle provecho económico a los obituarios familiares. Toda una cáfila de trapecistas ideológicos que saltan del Chicó al Foro de Sao Paulo o a la inversa sin sonrojarse. Unos gabinetes ministeriales cuyos titulares en su mayor parte desempeñan tareas que desconocen. Unos lineamientos de la economía absolutamente erráticos, donde no hay planeamiento alguno, todo se reduce a apagar incendios.Cuando hubo la bonanza petrolera, entidades oficiales se dedicaron a entorpecer la exploración con las demoras en los permisos ambientales y otras trabas que frecuentemente olían a chantaje, por tanto la en la época de los mejores precios del petróleo en la historia, gran parte de las áreas promisorias permanecieron inexploradas. Se hizo gran alharaca respecto al peligro que representaba la minería para el País; Contrataron unas veedurías internacionales costosísimas para darse cuenta que la minería de Colombia es muy pobre, en su mayor parte ratoneras. Sin embargo el Gobierno se dedicó a crear una serie de “agencias” costosísimas, burocracia inútil. La afluencia de dinero no significó avance alguno en la infraestructura vial. Ahora que se secó la fuente de ingresos comenzaron a anunciar y licitar todo lo que no se hizo cuando había ingresos suficientes.

El gasto en propaganda sigue disparado, la compra de aplausos está significando erogaciones enormes en una época de vacas flacas. El gasto para “la Paz” es cuantioso, todo el que equipare este proceso al Tratado de Versalles sale premiado. Por otra parte el turismo oficial sigue imparable, al Señor Presidente le encantan las pompas y circunstancias, en esto se parece un poco a Haile Selassie antiguo emperador de Etiopia. Mientras tanto las frustraciones de los colombianos se acumulan, todavía no se ha reconstruído a Gramalote, la reforma de la educación en nada, la reforma en la salud se halla en cuidados intensivos, la reforma judicial congelada, los proyectos agroindustriales en la Altillanura no florecieron.Pero el espectáculo continúa, un joven político propone la legalización de la marihuana por sus efectos terapéuticos, ese señor olvida que la morfina también tiene usos terapéuticos. Un personaje cuyo nombre es mencionado en los escándalos de DMG, Interbolsa, Saludcoop y Fidupetrol continúa acusando y encarcelando “por indicios”; contratan una agencia internacional “caza talentos” para buscar el nuevo presidente de Ecopetrol, la cual por rara coincidencia escoge el que tenía elegido el Gobierno. Los atentados ya no los ejecutan las Farc sino “fuerzas oscuras”; las Farc anuncian el desminado del territorio pero luego aclaran que es solamente en unas zonas piloto y el desminado lo debe realizar el ejército. Esa locura colectiva ha contagiado a la Iglesia Católica, cuando la muerte de Alfonso Cano, líder de las Farc, un altísimo jerarca de la Iglesia declaró que habían asesinado a un anciano inerme, nunca se refirió en términos parecidos ante el asesinato de Monseñor Isaías Duarte Cancino  En todo este caos cabe preguntarse no quién lleva el rumbo del país, sino quién está detrás del teleprónter.
Jaime Galvis V.