Sunday, December 06, 2015

DICTADURA MEDIÁTICA

Los medios de comunicación son un poder poco controlado y frecuentemente abusivo. Desde el Siglo XIX, los periódicos tuvieron una influencia muy grande en la opinión pública. En Europa y Norteamérica fueron un factor determinante en el manejo del poder.

La gran pugna entre Randolph Hearst y Joseph Pulitzer tuvo como cuadrilátero a los Estados Unidos de Norteamérica, allí mediaron toda clase de trampas y suciedades, la obsesión por acaparar la opinión pública y la influencia en el Gobierno los llevaron a usar armas muy poco limpias. Esto llegó a influir en las mismas relaciones internacionales del País, la guerra de Cuba fue una verdadera idea fija de Hearst. Además del conflicto de los más poderosos, menudearon los periódicos sensacionalistas y banales. La política menuda la manejaron los medios de comunicación.

En Gran Bretaña también grandes magnates periodísticos manejaron los hilos de la alta política, dos personajes emblemáticos de una prensa poderosa y muy poco limpia, fueron Robert Maxwell y Rupert Murdoch. El primero de ellos estuvo implicado en asuntos muy poco limpios que incluyeron casos de espionaje. Ha sido el único magnate de los medios que recibió un inesperado castigo su extraña muerte en altamar tiene todos los vestigios de una ejecución. Murdoch extendió los hilos de su telaraña periodística desde su nativa Australia, hasta Gran Bretaña y posteriormente hizo metástasis en los Estados Unidos de Norteamérica. Se hizo famoso por sus métodos de espionaje periodístico y su torcida manera de obtener noticias, en lo cual resultaron implicados muchos de sus subalternos.

Además de los más notorios piratas mediáticos, la prensa frecuentemente es tendenciosa en favor de determinados intereses políticos, es una actividad sucia pero no ilegal. En Estados Unidos de Norteamérica, diarios de gran poder económico y amplia difusión, tales como New York Times y Washington Post, favorecieron amplísimamente a mandatarios tales como Roosevelt y Kennedy multiplicando sus cualidades y ocultando sus carencias, al mismo tiempo, satanizaron a presidentes tales como Nixon y Reagan resaltando sus errores. En Francia también los medios han sido muy tendenciosos, casi pueden calificarse de sectarios. La Prensa en los países comunistas no tuvo mayor influencia, fue un simple transmisor de los actos de gobierno. Periódicos tales como Pravda e Izvestia siempre se distinguieron por su absoluta aridez.

En Latinoamérica, los medios de comunicación, tradicionalmente fueron empresas de familia y generalmente tuvieron un carácter notablemente parroquial.  Sin embargo la politización de los diarios siempre fue muy acentuada y la objetividad ha brillado por su ausencia. Esto ha sido muy notable en Colombia, donde los más importantes periódicos han sido órganos de difusión al servicio de las dinastías criollas. Es muy triste ver a los diarios más importantesdel país dedicados a inventarle méritos a personajes ineptos, a hacerle propaganda a obras y realizaciones no iniciadas, a pintar una situación de prosperidad cuando todos los indicadores económicos presagian una bancarrota. Naturalmente quienes no pertenecen a las castas de “gente bien” son criticados y ridiculizados con verdadera saña.

Además de la desorientación política, los medios se volvieron jueces de toda clase de actividades, pueden arruinar una empresa acusándola de afectar el medio ambiente o de perjudicar a los consumidores y si eso no es cierto, no hay rectificación. Pueden atribuirle delitos a cualquier persona y arruinarle la vida mientras demuestra que eso no era verdad. Cualquier locutor o gacetillero se torna en un omnipotente juez de la conducta ajena. Además gozan del privilegio de divulgar toda clase de barbaridades pseudocientíficas acerca de temas de los que no conocen ni el forro. 

Jaime Galvis V.  

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