Sunday, November 25, 2012

Simpleza absoluta



Por Jaime Galvis V. 

El Sábado 24 de Diciembre de 2011, apareció en el diario  El Tiempo una noticia que produce al mismo tiempo tristeza y rabia, bajo el titular “Petróleo sigue afectado por licencias”, según el texto de la mencionada noticia “La demora en el otorgamiento de las licencias ambientales mantiene atrapados (sic) alrededor de 100.000 barriles de crudo en producción promedio (sic) mensual.” Así lo sostuvo el Ministro de Minas y Energia, Federico Rengifo, quien señaló que frente a esta situación, se trabaja en el diseño de unos manuales en los que se definirán los requisitos que deben cumplir las empresas.” “No se quiere (sic) que esté al libre albedrio de los funcionarios solicitar, en algunos casos, requisitos más allá de los que normalmente se deben pedir”. 

Es bien triste corroborar que en Colombia no hay gobierno, ¿Qué tal un ministro pidiéndole a funcionarios del mismo gobierno que no saboteen la actividad económica más importante que se realiza en Colombia actualmente? Del petróleo depende la mayor parte del ingreso de divisas al País. Es increíble que en la flamante Agencia de Licencias Ambientales los funcionarios actúen así ¿porqué? ¿Ignorancia, desconcierto o corrupción? Acaso al crear una entidad como esa no se nombra gente idónea para las funciones que le asignen. ¿Los manuales son para que las empresas se defiendan de los abusos de los funcionarios? ¿Son para educar a los funcionarios en sus funciones? Todo esto tiene un tono de majadería increíble.

¿Porque han paralizado la actividad exploratoria de petróleos? Se pudiera pensar que la dichosa Agencia está llena de ambientalistas fanáticos y como se sabe muchos de ellos viven obsesionados por todo lo que sea de color verde incluyendo los dólares.

No más simpleza por favor!    

Friday, November 16, 2012

Carta al Sr Ministro de Minas y Energía de Colombia


Doctor Federico Rengifo
Ministro de Minas y Energía

Señor Ministro:

Durante la mayor parte de la presente administración se ha paralizado la tramitación minera en forma casi total. Curiosamente a esta “locomotora” del desarrollo le aplicaron los frenos en una forma absurda. Con el pretexto de reglamentar y organizar la actividad, le están cerrando las posibilidades económicas a una serie de actividades industriales y artesanales que significan el sustento de miles de personas. No se trata de las 3 o 4 compañías internacionales que buscan oro, son la  multitud de pequeños mineros de arenas, yesos, barita, caliza, grafito, caolines, bentonitas, colorantes minerales, gravas, abrasivos, fluorita, o a pequeños mineros de carbón, a los cuales se les está coartando sus posibilidades de trabajo, además actividades artesanales e industriales se están perjudicando con esa medida absurda. ¿Así se pretende combatir el desempleo?

Castigar al ciudadano común por el desgreño y corrupción de unos cuantos burócratas es algo absolutamente estúpido, es algo así como que para poner en ejecución la ley de tierras y reparación de víctimas paralizaran todas las actividades de notariado y registro.

Señor Ministro a la burocracia no la escoge la ciudadanía y lo que están demostrando con una tardanza de más de un año para organizar el Catastro Minero  es simple y llanamente ineptitud. Labores similares las realizan las cámaras de comercio, las oficinas  de notariado o el Instituto Agustín Codazzi sin mayores traumatismos. Si el Ministerio de Minas y Energía no es capaz de organizar esas actividades bien podría pedir asesoramiento a los servicios geológicos de países como Panamá, Ecuador, Paraguay o Tanzania donde eso funciona. El zarandeo que ha sufrido la actividad minera en Colombia por obra de la incapacidad y corrupción a lo largo de muchos años es inconcebible y todo indica que seguirá igual. Todas esas reorganizaciones hechas a espaldas de la opinión pública siempre han resultado iguales, léase Ecominas, Minercol, Mineralco, Ecocarbón etc.

Como una peste se presentan los funcionarios desconocedores del tema tomando decisiones y los corruptos aprovechando.

Para evitar todo esto el País podría cancelar la actividad minera, así no se estaría sometiendo una cantidad de ciudadanos a las eternas tomaduras de pelo al continuo cambio de reglas de juego, a los periódicos chantajes. En fin de cuentas hay toda una serie de naciones sin minería, tales como Lichtenstein, Mónaco, San Marino, Holanda, Singapur y las Islas Vírgenes.

Ateniéndome al derecho de petición, solicito respuesta a la presente comunicación.

Atentamente. Jaime Galvis VergaraC.C. 17053070

Ecología y Sentido Común

Por Jaime Galvis Vergara

Los ecologistas en Colombia tienen un curioso sentido de la realidad. Hacen grandes escándalos mediáticos respecto a problemas que no tienen relación con la realidad nacional y olímpicamente ignoran los verdaderos problemas que nos aquejan. Dichos señores manejan un verdadero catálogo de diagnósticos de problemas ajenos que parece importado de otras latitudes y desconocen lo que aquí ocurre.Vale la pena examinar algunos ejemplos: muestran una gran preocupación por la conservación de los “humedales”, término inventado para designar varios depósitos de agua tales como charcas, pantanos ciénagas y lagunas. Esto en un País muy húmedo donde buena parte del año las inundaciones cubren grandes áreas del territorio. Estos cuerpos de agua en Massachusetts, Dinamarca o aún en Cajicá pueden ser idílicas lagunas con algunas aves acuáticas, pero en el trópico los “humedales” son criaderos de insectos transmisores de las peores endemias tropicales. Estas charcas en cercanías de poblaciones sirven para conservar especies tales como el Aedes aegypti, Anopheles gambiae, Schitosoma mansoni etc., de triste recordación para los que hemos habitado las tierras calientes. Cabe recordar que el termino paludismo proviene de una palabra del Latín, palus que significa pantano.

Los ecologistas han emprendido una campaña obsesiva contra la minería aduciendo terribles daños ambientales producidos por esta actividad, este también es un diagnóstico de catálogo, la actividad minera en Colombia es muy limitada si se compara con la de otros países latinoamericanos. En cambio hay un gravísimo problema ocasionado por la agricultura en pendientes topográficas muy acentuadas, estos cultivos en verdaderas paredes que se observan en la Región Andina desencadenan graves problemas erosivos, los cuales en cada temporada de lluvias destruyen la infraestructura vial, sepultan casas y aún poblaciones, pero como este problema no se presenta en los países de donde proviene la financiación de los “expertos ambientales”, sencillamente no existe. 

Otro problema ecológico que no figura en los catálogos es la práctica de las quemas en las tierras agrícolas, esto destruye la microfauna del suelo y favorece la erosión, pero los “asesores” desconocen su existencia.Quienes financian a los “expertos ambientales” han omitido informarles que los grandes bosques que existían al Norte de Los Alpes y en el Oriente de los Estados Unidos no fueron talados para la actividad minera, esto lo hicieron para la agricultura, ganadería y urbanización.

Otra obsesión entre los ecólogos es la protección de los páramos, han llegado a proponer que se erradique toda actividad económica de esas zonas arguyendo que allí se producen los caudales hídricos del País, este concepto es totalmente falso, cualquiera que conozca realmente el campo de Colombia sabe que las altas pluviosidades se producen alrededor de los 2.000 metros de altura. No se sabe de qué país les llegó a los “expertos” esa historia.

Han creado una extensión excesiva de parques nacionales aduciendo la biodiversidad de esas zonas, pero no se sabe cómo han estimado esa biodiversidad si esos “parques” son tierra de nadie donde los grupos fuera de la ley operan a su antojo, basta anotar que la Directora de la Oficina de Parques Nacionales informó que 33 de dichos parques se encuentran minados (El Tiempo Mayo 4 de 2011). Las únicas minas toleradas en los parques nacionales son las “quiebrapatas” ¿Hasta ahora se dan cuenta de esto? Pero es claro que esto no figura en el libreto que manejan los ecologistas, en fin de cuentas en Gran Bretaña o en Suecia no hay minas antipersonas. Otro tanto ocurre con el arrasamiento de selvas para sembrar coca eso no se toma en cuenta porque no figura en los catálogos.

Las órdenes que reciben los ambientalistas mercenarios es oponerse a toda clase de obras que signifiquen desarrollo, sean carreteras, embalses, puertos, minas, fábricas, etc., cualquier persona con sentido común entiende que la peor amenaza para el medio ambiente es un pueblo atrasado y hambriento, se han puesto a pensar los ecólogos de salón que queda de la naturaleza de Haití o de Somalia.

El esnobismo en Colombia ha llegado a tal exageración que se ha emprendido con verdadera saña una campaña contra el cigarrillo, ya que esto es una moda mundial ¿porque no se hace una campaña contra la venta de pegante bóxer? Sencillamente porque ese problema no figura en los libretos.

Jaime Galvis - Geólogo

Carta al Director del Diario Bogotano El Espectador


Señor Director de El Espectador
Doctor Fidel Cano:

Desde que empezó el gobierno actual vengo observando en El Espectador y sus columnistas una obsecuencia francamente deplorable, cualquiera creería que regresamos a la época del Frente Nacional, con sus “egregios”, “insignes” y “preclaros” estadistas.

Para una administración como la actual, marcada por la desidia y la improvisación hay demasiadas zalemas y ditirambos en el periódico. Señor Director la situación económica tiende a deteriorarse en medio de un gobierno más dedicado al espectáculo que a la ejecución y la ausencia de crítica es total, ante un modelo económico muy parecido al de Grecia, en esto son cómplices los medios de comunicación.

Atentamente,

Jaime Galvis V.

Desempleo



por Jaime Galvis Vergara   

En el Tiempo del primero de Noviembre de 2012 aparece el siguiente titular “El desempleo sube tras 19 meses de caída”. Usualmente el desempleo disminuye en vísperas de Navidad por la cantidad de ocupaciones transitorias que se presentan con las festividades, hoy estamos viendo una situación inversa que puede acentuarse y en esto el Estado Colombiano en sus diversas entidades e instancias es un causante directo. 

Desde que comenzó el actual gobierno se inició una campaña propagandística respecto a la llegada de la prosperidad. El Presidente repetidamente habló de 5 “locomotoras” del progreso, las cuales iban esparcir riqueza para todos los colombianos. Todo esto se quedó en simple retórica, una de las “locomotoras”, la minería, está paralizada por cuenta de una serie de funcionarios ineptos, cabe recordar que la tramitación minera lleva paralizada dos años y los pocos proyectos en marcha están siendo saboteados por los grupos ambientalistas enquistados en el Gobierno, respecto a esto cabe anotar las eternas demoras en la expedición de licencias ambientales para los pozos petroleros ante poblaciones urgidas de puestos de trabajo. 

La pretendida “locomotora” de la agricultura no despega, dirigida por un banquero transmutado a experto agrícola, pretende revivir esquemas superados desde los años cincuenta del Siglo XX. La agricultura en faldas de las cordilleras es una fuente de miseria y erosión, pero esta práctica continua ya que en ese aspecto coinciden los intereses de la vieja clase dirigente con los de las guerrillas; a los primeros les conviene mantener esos labriegos paupérrimos porque ese es su electorado cautivo y a los segundos porque esa es la carne de cañón para sus conflictos. Planes como el de la Orinoquia tienen mucho de improvisación y además cuentan con el sabotaje de una de nuestras inefables e impredecibles cortes. 

La fenecida Unión Soviética le enseñó al Mundo que la agricultura no se puede manejar por decreto. La cacareada “locomotora” de la innovación no aparece por ninguna parte, la burocracia no genera ideas ni descubrimientos, nombraron un personaje meritorio para dirigir Colciencias y luego lo aburrieron a base de disparates, por lo cual renunció. ¡Qué tal los proyectos científicos propuestos por los alcaldes! 

El investigador científico en Colombia no cuenta con posibilidades de divulgación, ya que las publicaciones de ciencia y tecnología están manejadas por roscas y compadrazgos. Esto en gran parte es consecuencia de un sistema educativo en el cual se valoran más los títulos que los logros, la parte formal es más importante que el mérito investigativo, por lo cual hay muchos doctores y muy pocos sabios. La principal actividad de los profesionales no es la investigación científica y tecnológica, es la tramitología.  

La “locomotora” de la infraestructura es otro chiste flojo, llevan dos años remediando los desastres de la temporada de lluvias sin lograrlo, hasta ahora los habitantes de Gramalote no han recibido una mísera teja de zinc. Se anunció con bombo y platillos el gran plan de construcción de carreteras, el País lleva más de dos años esperando las licitaciones y nada, tres ministros y las obras públicas paralizadas. Las pocas que se encuentran contratadas, están siendo debidamente saboteadas por los grupos ambientalistas. Colombia es deficitaria en puertos pero solamente hay anuncios, obras nada. 

Por último cabe mencionar la “locomotora” de la vivienda, esta se convirtió en una descarada compra de opiniones y votos, ofreciendo casas gratuitas, en un plan improvisado se están creando expectativas que pueden resultar en frustraciones. Muy curioso pretender dotar de casas a quienes no tienen empleo, porque la economía no está generando puestos de trabajo estables. Esto se parece mucho al populismo que ha llevado al desastre a la Europa Mediterránea.Una actividad económica sólida como la industria no ha merecido la más mínima atención del Presidente y su gobierno, el antiguo Ministerio de Fomento Industrial terminó convertido en un ministerio de hotelería. ¡Otro ejemplo de  manejo económico de la Europa Mediterránea!     

La Obsesión de Prohibir


por Jaime Galvis Vergara

Paulatinamente y en forma constante, al pueblo colombiano se le han venido imponiendo una serie de prohibiciones y reglamentos absurdos. Con pretextos tales como proteger la vida y la salud, proteger el medio ambiente, proteger las minorías, defender el patrimonio histórico, impedir la contaminación visual y acústica, etc., la burocracia criolla ha establecido una férrea dictadura aparentemente para crear el ciudadano perfecto, en realidad para abrir múltiples oportunidades a la corrupción.  

Alguien dijo alguna vez que si multiplicamos los pecados, todo el mundo se vuelve pecador, en Colombia está prohibido fumar en una serie de sitios determinados por los “legisladores” de turno, omitir el cinturón de seguridad en los vehículos es causal de multa ( o de soborno), sin tener en cuenta que el tráfico citadino en este país anda a 10 kilómetros por hora, está prohibido parquear en las bahías de estacionamiento aunque dichas áreas fueron creadas para ese propósito, es obligatorio el uso de casco para los motociclistas so pena de multa, es obligatorio llevar encendidas las luces de los vehículos en carretera, a pesar de los intensos soles tropicales. No se permiten pasacalles ni avisos de neón porque producen “contaminación visual”, no se sabe de dónde vino esa ridiculez.

En Colombia está prohibido tener mascotas de especies animales criollas so pena de multas y confiscaciones (o de sobornos), así quien tenga un loro o un turpial en su casa está faltando a la ley (curiosamente, en España están prohibidas las mascotas de especies foráneas). ¡La incoherencia de los ambientalistas es infinita! La recolección de muestras de rocas y minerales en parques nacionales o donde se les ocurra a los ambientalistas es objeto de decomisos y abusos. La recolección de conchas de moluscos en áreas tales como los parques de Utria o El Tairona está prohibida, por tanto los malacólogos pasan a tomar carácter de reos. La colección de muestras vegetales en parques y selvas está prohibida (afortunadamente Humbolt, Boussingault y Mutis están muertos para no sufrir el vejamen de la confiscación y la multa).

Las corporaciones regionales han sido especiales en esto de los reglamentos y prohibiciones absurdas, no hace mucho un campesino del Norte del Tolima fue encarcelado por tener reses pastando por encima de los tres mil metros de altura ¡Solo falta que las vacas tengan que portar altímetro! En Santander establecieron rondas de treinta metros a cada lado de los cauces fluviales donde se prohíben las construcciones, sin tener en cuenta que en los estrechos cañones de ese departamento los habitantes tendrían que abrir túneles para alejarse de las quebradas. Los ambientalista pretenden que se prohíba la minería a más de 3.000 de altura con el pretexto de proteger los páramos, ignorando que la naturaleza no funciona con altímetro ni teodolito. Hay páramos a menos de 3.000 metros de altura (como los de Loriana y El Estero en la cuenca alta del río Guamuez) y amplias  zonas por encima de esa cota no son páramos (por lo menos una decena de municipios de Nariño). 

Se necesitan licencias para construir y para demoler, para reformar, para radiodifundir, hay que solicitar permisos para tumbar un árbol, para hacer un pozo de agua, para instalar una antena, para poner un aviso, etc. Las licencias ambientales abarcan todas las actividades posibles, son necesarias hasta para cementar un patio.
A todo lo anterior se agrega la notable tendencia a adoptar todas las reglamentaciones absurdas que puedan hallarse en cualquier parte del Mundo; hasta algunas ridiculeces de la “political correctness”, se están volviendo de forzoso acatamiento. Para cualquier obra de interés general hay que consultar las “minorías” por lo cual donde quiera que se pretenda construir una carretera o un ferrocarril van a aparecer santuarios o cementerios indígenas imaginarios, no tardará el día en que un campamento gitano pueda detener la construcción de un viaducto  o un oleoducto. 

Es preocupante que toda esa explosión de bobería no solamente moleste al ciudadano, está afectando el desarrollo del País. Esto tiende a parecer una pequeña Unión Soviética.

Por respeto a la ciudadanía ¡Prohibido prohibir!